Pipí, Pupú y Rosmarina

Como siempre, Pipí, Pupú y Rosmarina están de viaje y, para hacerles compañía, el cuentacuentos decide contarles una historia sobre sí mismo. En el cuento, los tres amiguitos viajan en una alfombra voladora y aterrizan en el castillo de una abeja reina. Después de que la abeja les da la bienvenida a su residencia, les dice que Mapá también está aquí en el castillo, junto con ella, y manda a buscarle. En la sala del trono, Pipí, Pupú y Rosmarina están comprensiblemente emocionados y conmovidos, pero se decepcionan cuando ven una lámpara en lugar de Mapá. La Reina Abeja explica que se vio obligada a encerrar a Mapá en la lámpara porque temía que usurpara el trono. Entonces entrega el preciado objeto a los tres amiguitos y les dice que se alejen lo más posible de su palacio y froten la lámpara con fuerza para hacer aparecer a Mapá. Así que Pipí, Pupú y Rosmarina, rebosantes de alegría, se suben a su pequeña alfombra voladora y, tras aterrizar en una playa remota, deciden frotar la lámpara. Sin embargo, para su gran sorpresa, lo que sale de la lámpara no es Mapá, sino una imagen de los tres, como si quisieran decir que Mapá ya está dentro de cada uno de ellos y que ellos mismos son Mapá.