Pipí, Pupú y Rosmarina se preparan para celebrar la Nochevieja. En una hermosa llanura, desde la que pueden ver las estrellas, empiezan a preparar la comida y a poner la mesa. En cuanto empiezan a comer, se les une un pelícano y lo invitan a su mesa. Esto es música para los oídos del gran pájaro, y antes de que puedan decir "sopa de lentejas caliente", ha devorado todas las lentejas que quedaban en la olla.
El narrador, que también está invitado a la fiesta, pregunta a nuestros amigos si quieren poner fuegos artificiales y ellos le explican que este año no tienen fuego, así que sólo quieren hacer los efectos de sonido: Rosmarina hará los silbidos, Pipí la explosión y Pupú la rueda de Catalina.
Como no tienen reloj, nuestros tres amigos, acompañados por el pelícano y algunos sapos cantores, se tienden bajo el árbol donde vive un cuco, que sale de su nido a medianoche y hace doce "cucús", como si fuera un reloj de cuco.
Entonces puede empezar la fiesta: Pipí, Pupú y Rosmarina encienden sus fuegos artificiales, brindan con el pelícano, los sapos cantores y el cuentacuentos, y todos los pájaros del bosque crean magníficos efectos visuales en el cielo de medianoche.
Pipí, Pupú y Rosmarina se preparan para celebrar la Nochevieja. En una hermosa llanura, desde la que pueden ver las estrellas, empiezan a preparar la comida y a poner la mesa. En cuanto empiezan a comer, se les une un pelícano y lo invitan a su mesa. Esto es música para los oídos del gran pájaro, y antes de que puedan decir "sopa de lentejas caliente", ha devorado todas las lentejas que quedaban en la olla.
El narrador, que también está invitado a la fiesta, pregunta a nuestros amigos si quieren poner fuegos artificiales y ellos le explican que este año no tienen fuego, así que sólo quieren hacer los efectos de sonido: Rosmarina hará los silbidos, Pipí la explosión y Pupú la rueda de Catalina.
Como no tienen reloj, nuestros tres amigos, acompañados por el pelícano y algunos sapos cantores, se tienden bajo el árbol donde vive un cuco, que sale de su nido a medianoche y hace doce "cucús", como si fuera un reloj de cuco.
Entonces puede empezar la fiesta: Pipí, Pupú y Rosmarina encienden sus fuegos artificiales, brindan con el pelícano, los sapos cantores y el cuentacuentos, y todos los pájaros del bosque crean magníficos efectos visuales en el cielo de medianoche.