Pipí, Pupú y Rosmarina suben a una montaña muy alta porque creen que cuanto más alto lleguen, más fácil les resultará encontrar a Mapá. Como en la cima de la montaña hay unos géiseres, a Rosmarina se le ocurre la idea de inflar un globo aerostático.
Y así los tres amigos despegan en el globo, convencidos de que será fácil encontrar a Mapá ahora que pueden ver la tierra desde arriba. Pero en su afán por llegar cada vez más alto, Pipí, Pupú y Rosmarina no se dan cuenta de que han ido soltando demasiado peso y, de repente, ya están flotando entre Saturno y Marte y no saben cómo volver a la Tierra.
Al final, como en tantos otros casos, es la Luna la que les ayuda haciendo que el globo aerostático vuelva a pesar echándole rocas lunares.
Pipí, Pupú y Rosmarina suben a una montaña muy alta porque creen que cuanto más alto lleguen, más fácil les resultará encontrar a Mapá. Como en la cima de la montaña hay unos géiseres, a Rosmarina se le ocurre la idea de inflar un globo aerostático.
Y así los tres amigos despegan en el globo, convencidos de que será fácil encontrar a Mapá ahora que pueden ver la tierra desde arriba. Pero en su afán por llegar cada vez más alto, Pipí, Pupú y Rosmarina no se dan cuenta de que han ido soltando demasiado peso y, de repente, ya están flotando entre Saturno y Marte y no saben cómo volver a la Tierra.
Al final, como en tantos otros casos, es la Luna la que les ayuda haciendo que el globo aerostático vuelva a pesar echándole rocas lunares.