Pipí, Pupú y Rosmarina siguen sin encontrar a Mapá, por lo que deciden adentrarse en el mundo de las sombras pensando que, si encuentran la de Mapá, los conducirá hasta él. Tras pagar la entrada al conejo de la puerta, los tres amigos descienden al mundo de las sombras. Con la sombra de un pájaro enorme y con la de un león, se asustan tanto, que pierden sus propias sombras, que huyen despavoridas.
Entonces Pipí, Pupú y Rosmarina emprenden su búsqueda, ayudados por las sombras de una jirafa, un elefante y un changuito. Pero es difícil, las sombras de grandes pájaros volando crean una noche artificial y esto que huyan las tres sombras que les estaban echando una mano. Afortunadamente, al final vuelven las sombras de Pipí, Pupú y Rosmarina y consiguen escapar todos sanos y salvos, no sin antes pagarle al conejo guardián su salida en zanahorias.
Pipí, Pupú y Rosmarina siguen sin encontrar a Mapá, por lo que deciden adentrarse en el mundo de las sombras pensando que, si encuentran la de Mapá, los conducirá hasta él. Tras pagar la entrada al conejo de la puerta, los tres amigos descienden al mundo de las sombras. Con la sombra de un pájaro enorme y con la de un león, se asustan tanto, que pierden sus propias sombras, que huyen despavoridas.
Entonces Pipí, Pupú y Rosmarina emprenden su búsqueda, ayudados por las sombras de una jirafa, un elefante y un changuito. Pero es difícil, las sombras de grandes pájaros volando crean una noche artificial y esto que huyan las tres sombras que les estaban echando una mano. Afortunadamente, al final vuelven las sombras de Pipí, Pupú y Rosmarina y consiguen escapar todos sanos y salvos, no sin antes pagarle al conejo guardián su salida en zanahorias.