La historia de la aviación sería inconcebible sin los diseños del pionero Claude Dornier. En su empresa familiar, se desarrollaron sesenta y ocho tipos de aviones, muchos de ellos muy adelantados a su tiempo.
En este documental, los recuerdos de Dornier constituyen la base narrativa para contar la historia de su vida, que se muestra a través de excepcionales imágenes de archivo y elaboradas animaciones.
El hidroavión Dornier WAL, que también utilizó el explorador Roald Amundsen en su expedición al Polo Norte, fue lo que lanzó a Dornier a la aviación internacional en la década de 1920.
Además, el DO X de doce motores, el avión más grande del mundo en aquella época, voló hasta el otro lado del Atlántico y aterrizó en el puerto de Nueva York en 1931 entre el asombro y la aclamación de las personas.
Durante la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, así como durante la Guerra Fría, Dornier desarrolló aviones con una tecnología revolucionaria, pero debido a la falta de aplicaciones civiles y a los constantes cambios en las aspiraciones políticas del siglo XX, muchos de sus proyectos se interrumpieron poco después de su primer vuelo.
Hoy, el extenso clan familiar Dornier vive disperso por el mundo. Sus nietos, que siguen construyendo hidroaviones en Múnich y Filipinas, basándose en los diseños de su abuelo, exploran en la película la fuerza del trabajo del visionario de raíces germano-francesas, que estuvo activo desde los inicios de la aviación hasta el alunizaje.
Para algunos, Dornier es un diseñador obsesivo que no temía alejarse de las convenciones, para otros se trata, sobre todo, de un hábil empresario que dirigió una gran corporación con hasta 23.000 empleados.
En 1969, tras la muerte de Claude Dornier, se produjo un conflicto abierto en el seno de la familia y comenzó la desintegración de una de las empresas familiares más renombradas de Alemania.
La historia de la aviación sería inconcebible sin los diseños del pionero Claude Dornier. En su empresa familiar, se desarrollaron sesenta y ocho tipos de aviones, muchos de ellos muy adelantados a su tiempo.
En este documental, los recuerdos de Dornier constituyen la base narrativa para contar la historia de su vida, que se muestra a través de excepcionales imágenes de archivo y elaboradas animaciones.
El hidroavión Dornier WAL, que también utilizó el explorador Roald Amundsen en su expedición al Polo Norte, fue lo que lanzó a Dornier a la aviación internacional en la década de 1920.
Además, el DO X de doce motores, el avión más grande del mundo en aquella época, voló hasta el otro lado del Atlántico y aterrizó en el puerto de Nueva York en 1931 entre el asombro y la aclamación de las personas.
Durante la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, así como durante la Guerra Fría, Dornier desarrolló aviones con una tecnología revolucionaria, pero debido a la falta de aplicaciones civiles y a los constantes cambios en las aspiraciones políticas del siglo XX, muchos de sus proyectos se interrumpieron poco después de su primer vuelo.
Hoy, el extenso clan familiar Dornier vive disperso por el mundo. Sus nietos, que siguen construyendo hidroaviones en Múnich y Filipinas, basándose en los diseños de su abuelo, exploran en la película la fuerza del trabajo del visionario de raíces germano-francesas, que estuvo activo desde los inicios de la aviación hasta el alunizaje.
Para algunos, Dornier es un diseñador obsesivo que no temía alejarse de las convenciones, para otros se trata, sobre todo, de un hábil empresario que dirigió una gran corporación con hasta 23.000 empleados.
En 1969, tras la muerte de Claude Dornier, se produjo un conflicto abierto en el seno de la familia y comenzó la desintegración de una de las empresas familiares más renombradas de Alemania.