1860. Alexandre Dumas, espera a su amigo fotógrafo, Gustave Le Gray, y se vuelve hacia la cámara para hacerle algunos ajustes al retrato que habitualmente se hace de él. Dumas, figura capital de la literatura francesa, casi nunca fue representado tal y como era: un escritor mestizo animado por dos pasiones, la República y la Historia. La vida de Alexandre Dumas, estuvo marcada por el destino de su padre, con quien compartía el mismo nombre y la misma profesión.
Reconstruyendo una de las sesiones de pose, el director de esta película imaginó una entrevista a Dumas. De este modo, creó la posibilidad de captar al hombre “fuera de cámara” para intentar desvelar los misterios políticos, artísticos e íntimos que le rodeaban. Al devolverle la palabra al escritor, ésta se convierte en una historia en curso, un relato vivo contado en gerundio.
Una forma nueva y directa de escuchar la voz de un escritor extraordinario.
1860. Alexandre Dumas, espera a su amigo fotógrafo, Gustave Le Gray, y se vuelve hacia la cámara para hacerle algunos ajustes al retrato que habitualmente se hace de él. Dumas, figura capital de la literatura francesa, casi nunca fue representado tal y como era: un escritor mestizo animado por dos pasiones, la República y la Historia. La vida de Alexandre Dumas, estuvo marcada por el destino de su padre, con quien compartía el mismo nombre y la misma profesión.
Reconstruyendo una de las sesiones de pose, el director de esta película imaginó una entrevista a Dumas. De este modo, creó la posibilidad de captar al hombre “fuera de cámara” para intentar desvelar los misterios políticos, artísticos e íntimos que le rodeaban. Al devolverle la palabra al escritor, ésta se convierte en una historia en curso, un relato vivo contado en gerundio.
Una forma nueva y directa de escuchar la voz de un escritor extraordinario.