La naturaleza salvaje ha vuelto al Parque Nacional del Bosque Bávaro, en el sur de Alemania, donde se ha dejado al bosque a su suerte en los últimos cuarenta años, con un éxito asombroso.
En 1970, este parque nacional fue el primero en lo que entonces era Alemania Occidental y, después de la reunificación de Europa, en marzo de 1991, se fundó el Parque Nacional de Šumava, en la vecina República Checa. Las dos zonas juntas, forman la mayor área forestal protegida contigua de Europa Central.
A mediados de la década de 1990, una infestación de escarabajos de la corteza, provocó la muerte de una superficie total de más de 7.000 hectáreas de bosque de abetos en el Bosque de Baviera. Siguiendo la filosofía de "dejar que la naturaleza sea naturaleza", no se retiraron los árboles muertos ni se reforestó el bosque y, según los gestores del parque nacional, en estas zonas se está creando un "bosque primigenio del mañana".
La naturaleza salvaje ha vuelto al Parque Nacional del Bosque Bávaro, en el sur de Alemania, donde se ha dejado al bosque a su suerte en los últimos cuarenta años, con un éxito asombroso.
En 1970, este parque nacional fue el primero en lo que entonces era Alemania Occidental y, después de la reunificación de Europa, en marzo de 1991, se fundó el Parque Nacional de Šumava, en la vecina República Checa. Las dos zonas juntas, forman la mayor área forestal protegida contigua de Europa Central.
A mediados de la década de 1990, una infestación de escarabajos de la corteza, provocó la muerte de una superficie total de más de 7.000 hectáreas de bosque de abetos en el Bosque de Baviera. Siguiendo la filosofía de "dejar que la naturaleza sea naturaleza", no se retiraron los árboles muertos ni se reforestó el bosque y, según los gestores del parque nacional, en estas zonas se está creando un "bosque primigenio del mañana".