Vienen a morir, ¡pero lo bailado nadie se los quita! En Sun City, la comunidad de jubilados en el desierto de Arizona, un convincente elenco de ancianos comparte sus muchas verdades sobre el proceso de envejecimiento, sus emociones, sus miedos, sus alegrías y sus dolores. Resplandeciente como un verde espejismo, el municipio privado construido a la medida ofrece a los residentes un diseño único para vivir, pero todos se enfrentan a la misma realidad: se acerca el tiempo de morir.
La comunidad de 40.000 habitantes, con un 98,4% de población blanca, no necesita escuelas y se las arregla sin ayuntamiento, porque, incluso lo que parece público en Sun City, está en manos privadas, como los muchos campos de golf, los centros de ocio y los servicios sanitarios especializados en la tercera edad.
Los ciudadanos están orgullosos de que Sun City ganaría fácilmente cualquier concurso de limpieza en el mundo y de ello se encargan los voluntarios responsables de hacer cumplir la ley. También hay un cementerio, porque casi todos los residentes son conscientes de que Sun City será su última morada, pero mientras tanto, quieren disfrutar de cada día convencidos de que la felicidad es simplemente una cuestión de actitud. ¡De una buena actitud, mucho humor y -no podía faltar- sexo!
¿Es Sun City la realización de una utopía? ¿Conduce realmente a la felicidad semejante paraíso al final de la vida?
Vienen a morir, ¡pero lo bailado nadie se los quita! En Sun City, la comunidad de jubilados en el desierto de Arizona, un convincente elenco de ancianos comparte sus muchas verdades sobre el proceso de envejecimiento, sus emociones, sus miedos, sus alegrías y sus dolores. Resplandeciente como un verde espejismo, el municipio privado construido a la medida ofrece a los residentes un diseño único para vivir, pero todos se enfrentan a la misma realidad: se acerca el tiempo de morir.
La comunidad de 40.000 habitantes, con un 98,4% de población blanca, no necesita escuelas y se las arregla sin ayuntamiento, porque, incluso lo que parece público en Sun City, está en manos privadas, como los muchos campos de golf, los centros de ocio y los servicios sanitarios especializados en la tercera edad.
Los ciudadanos están orgullosos de que Sun City ganaría fácilmente cualquier concurso de limpieza en el mundo y de ello se encargan los voluntarios responsables de hacer cumplir la ley. También hay un cementerio, porque casi todos los residentes son conscientes de que Sun City será su última morada, pero mientras tanto, quieren disfrutar de cada día convencidos de que la felicidad es simplemente una cuestión de actitud. ¡De una buena actitud, mucho humor y -no podía faltar- sexo!
¿Es Sun City la realización de una utopía? ¿Conduce realmente a la felicidad semejante paraíso al final de la vida?