Debí haberme quedado colgado del candil

Ulrike y Olli se conocen en una gira con el Circo Roncalli en 1985. Olli está viviendo su sueño de la infancia como parte del exitoso dúo de payasos "Illi & Olli" y Ulrike acaba de dejar atrás su vida de enfermera en Berlín. Cuando termina la temporada, Ulrike se traslada a Suiza con Olli. Lo que empezó como un cuento de hadas circense va confrontándose con la realidad, entre crisis creativas, criar a los hijos y, finalmente, envejecer. Oliver "Olli" Hauenstein es un exitoso payaso para adultos. A lo largo de su carrera, ha realizado giras por Europa, Canadá, Japón y Latinoamérica; ha actuado como invitado con compañías legendarias como el Cirque du Soleil, el Circo Roncalli y el circo nacional de su Suiza natal, el Circo Knie. Ser parte de la familia de un payaso no es tarea fácil. El director de este documental, Diego Hauenstein, hijo de Olli y Ulrike, cuenta una historia tan privada como universal, logrando un equilibrio perfecto entre cercanía y distancia. Demuestra que incluso un sueño realizado, puede llegar a ser muy engorroso y lo frágil que es la carrera de un artista. Por último, pero no por ello menos importante, muestra la magia de una forma de circo que ahora es un arte en peligro de extinción.