Claudio Abbado hizo realidad un sueño con su Orquesta del Festival de Lucerna.
La orquesta, un conjunto exclusivo de músicos cuidadosamente seleccionados, abrió nuevas dimensiones en la interpretación de la música sinfónica, especialmente con las obras de Gustav Mahler, con solistas excepcionales, como el violinista Kolja Blacher, la violonchelista Natalia Gutman y la clarinetista Sabine Meyer.
La sexta sinfonía, estrenada en 1906 y a veces denominada "Trágica", termina con una nota más triste, casi nihilista, que las demás sinfonías de Mahler. Esta imponente obra sinfónica es captada en directo en una interpretación marcada por silencios dramáticos y clímax conjurados por la Orquesta del Festival de Lucerna.
Claudio Abbado hizo realidad un sueño con su Orquesta del Festival de Lucerna.
La orquesta, un conjunto exclusivo de músicos cuidadosamente seleccionados, abrió nuevas dimensiones en la interpretación de la música sinfónica, especialmente con las obras de Gustav Mahler, con solistas excepcionales, como el violinista Kolja Blacher, la violonchelista Natalia Gutman y la clarinetista Sabine Meyer.
La sexta sinfonía, estrenada en 1906 y a veces denominada "Trágica", termina con una nota más triste, casi nihilista, que las demás sinfonías de Mahler. Esta imponente obra sinfónica es captada en directo en una interpretación marcada por silencios dramáticos y clímax conjurados por la Orquesta del Festival de Lucerna.