El fabricante Alves pide asistencia jurídica. Se sospecha que explotó su propia fábrica para sacar provecho del dinero del seguro. Una costurera ha muerto en la explosión. Cuando Eduardo conoce a Alves, ve en él a un hombre desesperado, cuya única preocupación es el bienestar de su esposa, enferma terminal. Alves le recuerda a Eduardo a sí mismo y cree en su inocencia. Marcia, en cambio, conoce a la hija de la costurera fallecida y no cree la historia de Alves; más bien lo ve como un hombre de negocios sin escrúpulos.
El fabricante Alves pide asistencia jurídica. Se sospecha que explotó su propia fábrica para sacar provecho del dinero del seguro. Una costurera ha muerto en la explosión. Cuando Eduardo conoce a Alves, ve en él a un hombre desesperado, cuya única preocupación es el bienestar de su esposa, enferma terminal. Alves le recuerda a Eduardo a sí mismo y cree en su inocencia. Marcia, en cambio, conoce a la hija de la costurera fallecida y no cree la historia de Alves; más bien lo ve como un hombre de negocios sin escrúpulos.