La laurisilva de la isla canaria de La Gomera, es un precioso vestigio de los bosques primigenios subtropicales, que dominaron toda la región mediterránea hace unos veinte millones de años. En las cordilleras de La Gomera, han sobrevivido tan sólo cuatro hectáreas contiguas de este bosque primigenio gracias a los vientos alisios, que se fusionan en las montañas de La Gomera y garantizan una humedad permanente.
La Gomera es la segunda isla más pequeña, después de El Hierro, de las siete islas principales del archipiélago canario en el océano Atlántico.
La laurisilva de la isla canaria de La Gomera, es un precioso vestigio de los bosques primigenios subtropicales, que dominaron toda la región mediterránea hace unos veinte millones de años. En las cordilleras de La Gomera, han sobrevivido tan sólo cuatro hectáreas contiguas de este bosque primigenio gracias a los vientos alisios, que se fusionan en las montañas de La Gomera y garantizan una humedad permanente.
La Gomera es la segunda isla más pequeña, después de El Hierro, de las siete islas principales del archipiélago canario en el océano Atlántico.