Desde su más tierna infancia, el ingenuo Abel se ve obligado a desempeñar el papel de marginado y chivo expiatorio: en el internado tiene que expiar las bromas de los demás, y de adulto es juzgado injustamente como presunto pederasta.
Pero Abel considera que son coincidencias que lo han salvado una y otra vez de consecuencias amenazadoras, y lo atribuye a un destino misterioso que lo eligió para tareas mayores. Cree que evitó la expulsión del internado porque el colegio ardió en llamas, y que escapo de la penitenciaría porque estalló la Segunda Guerra Mundial.
Sólo la derrota en Stalingrado abre las puertas del paraíso a este gentil gigante. Junto con su esposa Netta, que tiene un carácter igualmente sencillo, Abel cuida de un enorme rebaño de muchachos, les proporciona comida y vigila el fuego del dormitorio por la noche. Durante el día recorre el campo en su caballo negro, acompañado de enormes dobermans, siempre en busca de nuevos muchachos que traer al castillo. Sólo cuando los tanques rusos se posicionan justo delante del castillo se da cuenta de que ha estado sirviendo a los amos equivocados.
Desde su más tierna infancia, el ingenuo Abel se ve obligado a desempeñar el papel de marginado y chivo expiatorio: en el internado tiene que expiar las bromas de los demás, y de adulto es juzgado injustamente como presunto pederasta.
Pero Abel considera que son coincidencias que lo han salvado una y otra vez de consecuencias amenazadoras, y lo atribuye a un destino misterioso que lo eligió para tareas mayores. Cree que evitó la expulsión del internado porque el colegio ardió en llamas, y que escapo de la penitenciaría porque estalló la Segunda Guerra Mundial.
Sólo la derrota en Stalingrado abre las puertas del paraíso a este gentil gigante. Junto con su esposa Netta, que tiene un carácter igualmente sencillo, Abel cuida de un enorme rebaño de muchachos, les proporciona comida y vigila el fuego del dormitorio por la noche. Durante el día recorre el campo en su caballo negro, acompañado de enormes dobermans, siempre en busca de nuevos muchachos que traer al castillo. Sólo cuando los tanques rusos se posicionan justo delante del castillo se da cuenta de que ha estado sirviendo a los amos equivocados.