La ciudad de Prípiat está situada a cinco kilómetros de la central nuclear de Chernóbil. En ella vivieron 50.000 personas hasta que, en 1986, sucedió el catastrófico accidente nuclear y los habitantes tuvieron que ser evacuados para protegerlos de los efectos de la radiactividad.
La película “Prípiat”, de Nikolaus Geyrhalter, documenta el estado de la ciudad, en el norte de Ucrania, luego de casi diez años del desastre nuclear, y pocos años después de la disolución de la Unión Soviética en1991.
Prípiat, está situada en el centro de la zona contaminada radiactivamente, que se extiende hasta Bielorrusia, y a finales de los noventa era una ciudad fantasma vigilada por el ejército. La mayoría de los pueblos aledaños fueron evacuados y, al momento de la película, se necesitaba una autorización especial para entrar a la región y, para salir, un control dosimétrico.
En el centro, se delimitó un perímetro de treinta kilómetros especialmente blindado, una zona vallada arbitrariamente con alambre de púas, poco congruente con la medición de la contaminación nuclear real, imposible de ser contenida con alambradas.
En el momento del rodaje, el tercer bloque de la central seguía activo y, alrededor de 15.000 personas vivían o trabajaban ahí.
“Prípiat” cuenta la historia de la supervivencia en un microcosmos improvisado donde no se debe comer, beber ni respirar cuando sopla el viento, pero como la radiactividad es imperceptible para los humanos, son pocos los que siguen estas recomendaciones.
La ciudad de Prípiat está situada a cinco kilómetros de la central nuclear de Chernóbil. En ella vivieron 50.000 personas hasta que, en 1986, sucedió el catastrófico accidente nuclear y los habitantes tuvieron que ser evacuados para protegerlos de los efectos de la radiactividad.
La película “Prípiat”, de Nikolaus Geyrhalter, documenta el estado de la ciudad, en el norte de Ucrania, luego de casi diez años del desastre nuclear, y pocos años después de la disolución de la Unión Soviética en1991.
Prípiat, está situada en el centro de la zona contaminada radiactivamente, que se extiende hasta Bielorrusia, y a finales de los noventa era una ciudad fantasma vigilada por el ejército. La mayoría de los pueblos aledaños fueron evacuados y, al momento de la película, se necesitaba una autorización especial para entrar a la región y, para salir, un control dosimétrico.
En el centro, se delimitó un perímetro de treinta kilómetros especialmente blindado, una zona vallada arbitrariamente con alambre de púas, poco congruente con la medición de la contaminación nuclear real, imposible de ser contenida con alambradas.
En el momento del rodaje, el tercer bloque de la central seguía activo y, alrededor de 15.000 personas vivían o trabajaban ahí.
“Prípiat” cuenta la historia de la supervivencia en un microcosmos improvisado donde no se debe comer, beber ni respirar cuando sopla el viento, pero como la radiactividad es imperceptible para los humanos, son pocos los que siguen estas recomendaciones.