Los sueños de Janosch

Árbol de plumas de canario el jardinero Bockelmann enseña a Schnuddel a ser jardinero. Schnuddel que lo ha entendido todo, planta en la tierra una pluma de canario, un osito de goma y un botón de pantalón. Riega el jardincito todos los días y en otoño, algo crece de verdad, el jardinero se ríe y dice que son malas hierbas. Rana presumida Una rana se sentó en una piedra y croó como si fuera la dueña del mundo. Estaba convencida de que era la mejor en todo: en dar saltos largos y altos, en bucear, en cazar moscas, en cantar como soprano y, además, la más bella. Schnuddel no pudo demostrar que se equivocaba, porque la rana también tenía la boca más grande del mundo. Tan grande que acabó tragándose a sí misma. Motor de conejo Schnuddel tiene una bicicleta tándem y muchos amigos, pero ninguno con piernas largas y músculos fuertes en las piernas. Entonces se acuerda de Rudi el conejo, que tiene músculos como de hierro. Rudi acepta montar en el tándem, pero solo. Un tándem es para dos y, según le explica Schnuddel, el fuerte e inteligente se sienta delante, y entonces Rudi quiere sentarse delante, todos los días. Así que lleva a Schnuddel por todas partes, mientras éste se la pasa de maravilla y apenas pedalea. Schnuddel atrapa una liebre Schnuddel y Schnuddelpferdchen quieren atrapar a Valeriano y cavan un agujero profundo. Lo camuflan tan bien que ellos mismos se caen dentro. Nadie oye sus gritos de socorro. Después de mucho, es el propio conejo Valeriano el que les salva la vida.