Érase una vez un cocodrilo enorme
Fuerte, feroz y malo con los demás, gran cocodrilo que tenía un hijo muy pequeño, que siempre estaba contento, echado en la hierba todo el día, asoleándose la panza. Para su padre, tener un hijo así era una desgracia. Así que el pequeño cocodrilo se fue al zoológico de Iglau.
Ay, querido muñeco de nieve
Detrás de la casa del Sr. Brumski había un muñeco de nieve llamado Willi. Lo que más le gustaba eran los trenes que veía pasar desde su lugar. Cuando lo invitaron a una fiesta de cumpleaños, aceptó gustoso, pero se quedó demasiado tiempo adentro de la casa y se derritió, Lea, la niña del cumpleaños, y su papá, creyeron que se había ido de viaje en un tren.
Érase una vez un cocodrilo enorme
Fuerte, feroz y malo con los demás, gran cocodrilo que tenía un hijo muy pequeño, que siempre estaba contento, echado en la hierba todo el día, asoleándose la panza. Para su padre, tener un hijo así era una desgracia. Así que el pequeño cocodrilo se fue al zoológico de Iglau.
Ay, querido muñeco de nieve
Detrás de la casa del Sr. Brumski había un muñeco de nieve llamado Willi. Lo que más le gustaba eran los trenes que veía pasar desde su lugar. Cuando lo invitaron a una fiesta de cumpleaños, aceptó gustoso, pero se quedó demasiado tiempo adentro de la casa y se derritió, Lea, la niña del cumpleaños, y su papá, creyeron que se había ido de viaje en un tren.